. ..::: Historias muy reales :::.. .

jueves, febrero 25, 2010

Tan extraño

Todo fue tan extraño. Todo fue tan raramente previsible.
Apareció de golpe un viernes y ya quería verme el sábado. Yo le dije que sí, pero ¿para que mentirte? No tenía ganas de ir a esos lugares tan aristocratoides y pseudo modernos que no hacen otra cosa que ensalsar las miserables cáscaras humanas.
Todo el envase resplandece en esos lugares. El packaging de cada uno de ellos es el único valor que se tiene en cuenta, el envoltorio y nada mas, simplemente porque el interior nunca llega a verse jamás. Quizás por eso no me gusten. Mi cáscara no me gusta mucho y nunca llamó la atención, pero ¿porqué esta vez todo resultaba tan sospechoso?
Conclusión, el lunes inventé una excusa de ultimo momento, algo inapelable que solamente se pueda confirmar una vez que esté del otro lado del universo, una falacia irrevocable.
Cosa que fue eficaz ya que, una vez que descubrí su media neurona solitaria, pude despachar sendos passing shots que no recibieron ninguna resistencia del otro lado.
Se notaba que a través del mail volaban los perros, las frases con doble sentido, además sentía su respiración atrás de mi oreja, casi podía firmar que de un momento a otro se me tiraba encima.
Finalmente logró enredarme en una cita supuestamente cinéfila, pero presentía que no sería así.
Obviamente hubo excusas de peso que no pude, ni supe esquivar, pero finalmente se cumplió mi presagio. Terminamos tomando café en “La Biela”. Ella uno de esos cafés raros con chocolate, canela, frutilla, bardhall y anda a saber que otra cosa mas. Yo simplemente un café común y silvestre.
La conversación iba forzadamente alrededor del tema obsesivamente elegido por ella, pero ¿cómo evitarlo? ¿cómo no darle el gusto? Si moría de ganas de robarle un beso.
Pero no puedo negarlo que tenía cierto miedito…
…apuró el final de la noche con un taxi, como quien apura el final de un café. De un trago se llevó mis expectativas.



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