. ..::: Historias muy reales :::.. .

jueves, mayo 18, 2017

..:: Estúpida esperanza ::..


Nuestra historia fue una estrella fugaz, quizás la más hermosa. Casi de la nada, en una noche oscura tu brillo iluminó mi camino, incandescente e hipnótico. Cuando todo indicaba que seguirías de largo buscando otros destinos terminamos juntos ardiendo en el firmamento por varios meses saboreando el sentimiento mutuo que nació de la nada, mágicamente.

Tus ojos únicos, tu voz firme, tus maneras, tu fuerza y tu historia me cautivaron y me hicieron admirarte desde el comienzo. Tus ganas de sobreponerte, tu lucidez para aconsejarme y tu amor por esas dos gotas de agua fueron mucho más que mis miedos.

Desde el inicio me advertiste para que no termine de acercarme como yo ya quería, pero era tarde, estaba encandilado por tu luz, deslumbrado por tu belleza y cautivado por un futuro que después de mucho tiempo empezaba a dejar que asome en mi cabeza una vez que pasaron viejas tormentas.

Seguimos de la mano volando juntos en nuestra parábola celestial, cerca del sol y sin tiempo para fijarnos destino concreto. En esa vorágine no dudé un segundo en que mis hombros se humedezcan con lágrimas que yo no generé, ni tampoco en escuchar cuanto extrañabas costumbres pasadas, un plano donde yo no podía llevarte pero que secretamente empecé a vislumbrar que fuesen posibles juntos, cruzando fronteras y saltando charcos.

Siempre sintiendome en el aire me permitiste conocer tu lado mas oscuro y secreto, tus debilidades, tus demonios y tus flaquezas, pero el brillo siempre fue más atrapante que la oscuridad que vos misma te encargabas de quererme mostrar y pese a tus advertencias nunca titubeé a la hora de estar firme a tu lado.

En los pocos ratos que el universo ponía distancia momentáneamente, nos conectaba la mirada a la luna en simultáneo y desde nuestros lugares, al punto de que el astro se volvió sinónimo de vos para el resto de mi vida, por ser tan hipnótico y misterioso como vos.

En el momento preciso que sentía que encontrábamos nuestra órbita y que éramos capaces de salirnos de este planeta juntos, el destello de nuestro viaje empezó a apagarse.

Nos faltaron historias montadas a lomo de elefantes, nos faltaron viajes que empecé a soñar desde que los escuché de tu voz, me falto conocer a esas cosas de agua, me falto darme cuenta que finalmente no era el destello suficientemente poderoso que te llevara otra vez a tus viejas costumbres, ese lugar que tanto disfrutaste y que por buscar ser feliz habías perdido. Me faltó ver el faro que yo mismo cree para vos, con nuestras siluetas abrazadas al pie, disfrutando de la luna enorme reflejándose en el mar.

A su tiempo, asustada, pero con una sonrisa a medias, me acusabas de enamoradizo, de romántico empedernido como si fuese el pecado mas letal, y resultaste vos ser la olvidadiza, que me planta en este lugar, esgrimiendo cada letra para combatir la amargura de saberme equivocado, una vez mas, y viendo que hoy disfrutas con algún morocho lindo.

El universo te escucha, pero tambien te dice y quizas por eso sea que la mente funciona de modo muy llamativo porque guarda en el recuerdo detalles, aromas, vibraciones y hasta sensaciones que pintan de pies a cabeza la que resultaste ser: la protagonista de tantas noches en vela, de madrugadas donde desperté con tu imagen y la habitante indiferente de mis miradas perdidas en tantos viajes por la ciudad.

Secretamente y en silencio guardaba la esperanza estúpida que una vez que tus emociones se acomoden, que pasen tus malestares físicos o que dejes de extrañar tu anterior morada vuelvas a pensar en mi, quizás en un porcentaje de lo que yo lo hice siempre por ti, porque yo no tuve la suerte de que con el tiempo te vuelvas olvidable para mi. 


(escrito con furia, arrancado de las tripas, desordenado y con la vista nublada de inicio a final... una pena enorme)



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